Aquí pretendo plasmar un poco de mis vivencias, experiencias y reflexiones acerca de la danza y de la vida.
El arte de Terpsícore está en mi camino desde los tres años de edad, muchas lecciones aprendí en esa larga trayectoria. Me siento realizada y plena por lo que he vivido. Por otro lado me inquieta muchísimo el presente y el futuro de ese arte al cual me he entregado profundamente.
Educar y ser educada a través de la danza es un gran y apasionante reto, que lo tomo muy en serio. Porque considero una de las experiencias más sublimes de la vida, está presente, entregando todo: bailando con el corazón.
¡Viva a la danza de la vida!
Abrazo fraterno,
Nanny Alves
